Sentirte a mi lado es más que un deseo, más que una idea, más que una necesidad. Mi objetivo es hacerte sonreír, llorar, sentir.

viernes, 14 de septiembre de 2012

29102011.

Se tumba en la cama, con su portátil delante y comienza a escribir. Y escribe, escribe sobre todo lo vivido a su lado. Y sobre este nuevo curso que le espera. Escribe sobre sus problemas e inseguridades. Le echa mucho de menos. Cada día más, aunque debería ser de forma inversa. Hablar con él se ha hecho demasiado importante, algo imprescindible. Cada vez duele más y ella no puede. No puede con todo. Este curso es demasiado complicado, ciencias se complica cada vez más. La relación con su madre va a peor y se siente insegura, pequeña y sola. Decide poner la música más alta, le da igual que venga su madre a decirle que la baje, no piensa hacerlo. Está en medio de una lucha contra sus pensamientos. A ver cuál más alto. Sube el volumen, siente cada vez más la música en su interior, cada vez más fuerte, más alto. Pero no lo suficiente como para callarle sus pensamientos. Decide ver alguna foto, recordar el verano. Pasan imágenes en la pantalla, ella sonríe con algunas, incluso ríe con otras. Justo sale una a la vez que empieza esa canción. Esa que ha escuchado tantas veces y que al igual que otras, acarrean una historia. Pero esta historia no es de las que le gusta recordar. Y la foto igual. En ella, ese chico que tanto le gusta. Más que gustarle. Lo sigue queriendo. Aunque una vez lo amó. Y le ha costado mucho dejar de hacerlo. Ni siquiera sabe por qué tiene la foto con él, ni qué hace ahí. Él la ayudó a olvidarle, un poco. Y como ya ha escrito, lo echa muchísimo de menos, porque le empieza a gustar, pero sabe que no es lo mismo que con Álvaro, lo sabe bien. Álvaro, le duele recordar su nombre. Dentro de un mes y poco hará un año desde que estuvo con él, un año desde que empezaron a salir. Ese 29. Ese jodido 29. Y ya hace mucho que lo dejaron, ella creía que él ya había olvidado su existencia, él borró todo lo relacionado con ella. Estados en tuenti, fotos, comentarios y sms. Inclusive su número. A pesar de tantos meses sigue sin comprender por qué borró todo. Cuando fue él quien la dejó por otra. Fue él quien hizo daño. Él estaba genial con su ''nueva'' novia. Sí, 4 meses. Estuvieron 4 meses. Para muchos es poco tiempo, para otros, suficiente. Y el capullo fue él, porque la dejó 3 días después de hacer 4 meses. Ella no comprende. Y desde febrero lleva atascada ahí, ya estamos a septiembre. Mediados de septiembre. No se da cuenta, pero lágrimas ruedan por sus mejillas y caen en las sábanas. Le tiemblan las manos, admira su belleza, su piel color crema, su pelo, sus ojos tan marrones como el chocolate 70%. Y hace apenas dos días le dio a 'me gusta' en su estado en tuenti. Creía que la había borrado también. Hace mucho que no se mete en su perfil, provocaba en ella un crujir, un sonar de cristales rotos internos. Y pasa la imágen, hay varias. Las recuerda, tan bien como si estuviese allí mismo, pero decide que ya basta, al menos por hoy. Cierra el archivo, cierra la carpeta y apaga la música. Deja el ordenador encima de su mesita y se levanta. Ahora toca lavarse la cara y fingir que nada de esto ha pasado.


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